El pasado día 16 depositamos en el Registro de la Confederación Hidrográfica del Duero nuestra queja ante el abandono que sufren los edificios, azudes, puentes y acueductos situados en el Canal de Castilla cuyo pésimo estado de conservación contraría gravemente el trato que deberían recibir por formar parte de un Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico.
La suciedad, los escombros, las ruinas y la falta de señalización acentúan aún más la salvaje tala indiscriminada de árboles, propios del bosque en galería que se ha formado a lo largo de decenios en las márgenes de este Canal, más lamentable si cabe durante esta etapa de enorme sequía, en la que muchos pequeños animales sólo encuentran refugio entre las ramas de las especies eliminadas sin el más mínimo criterio.