Tras ir solucionando dificultades y cuestiones de todo tipo hemos iniciado la intervención sobre esta portada románica, hoy muy lesionada por el aporte de humedades debidas a la falta de mantenimiento que sufre, desde hace largo tiempo, la protección de vidrio y madera colocada ante el templo.
Desmontada esta estructura se está procediendo a conseguir un vuelo mayor de la imposta con objeto de que el agua de la lluvia caiga sobre un pavimento que evite las salpicaduras y con ello el daño consiguiente.